Pujllay y Pukara, tradiciones de los guerreros de Tarabuco
Por Edwin Conde Villarreal
http://www.cambio.bo/noticia.php?fecha=2011-03-27&idn=41679
Los Yampara, pueblo de origen milenario y rebelde, mantienen aún la costumbre ancestral de agradecer ala Pachamama o Madre Tierra por la producción agrícola, pero a partir de 1816 en la Batalla de Jumbate, cuando los valientes indígenas quechuas liderados por los combatientes Carrillo, Calizaya, Pacori y Miranda, sólo con el uso de palos y piedras, derrotaron heroicamente a uno de los ejércitos realistas en la Guerra por la Independencia y comieron los corazones de los españoles caídos, desde entonces el hecho es recordado cada año en marzo, con la tradición de la Pukara y la danza del Pujllay en memoria de los guerreros de Tarabuco.
La cultura Yampara llena de tradiciones y costumbres, posiblemente –dicen algunos antropólogos- perteneció a una gran “nación” indígena multiétnica que habitó en la región sur del actual territorio boliviano y reflejó un importante desarrollo entre los siglos X al XV de nuestra Era, estableció su principal núcleo en el departamento de Chuquisaca. Los descendientes de estos señoríos quechuas, se encuentran en los municipios chuquisaqueños de Yamparáez, Tarabuco y Zudáñez.
La pertenencia a la etnia, según sus propios habitantes, es establecida a partir de cuatro aspectos fundamentales como el de pertenecer a un ayllu o familia mayor, poseer tierra, ser parte de la tradición y mantener la vestimenta típica elaborada con finos y coloridos tejidos.
Los textiles que se producen en el pueblo son muy cotizados por su calidad y fino acabado, en ellos se refleja a través de figuras iconográficas antropomorfas y zoomorfas, principalmente los hechos que se recuerdan en la memoria colectiva de la comunidad, también los tarabuqueños aún mantienen la habilidad en la producción de fina cerámica.
En el histórico pueblo de Tarabuco, que está ubicado al sudeste de la ciudad de Sucre y que fue fundado el 29 de junio de 1570 con el nombre de Villa San Pedro de Tarabuco a los pies del cerro Kjara Kjara, el tercer domingo de marzo de cada año, se cumple una particular costumbre, es la celebración dela Pukara , que consiste en el armado de un altar o monumento sobre altos pilares o escaleras en los que cuelgan variados productos agrícolas, frutas de la época, panes, confites, quesos, carnes, además de licores.
La tradición que se festeja con la danza ancestral del Pujllay que en quechua significa baile, juego o alegría, y en la que participan varias comunidades de la región, tiene una particular significación, está dedicada ala Pachamama como una forma de ofrendar por la buena cosecha y la producción agrícola, pero también se realiza en honor a las personas que fallecieron de forma trágica, los quechuas creen que las almas de estos difuntos se quedan entre los vivos desde Todos Santos en noviembre y se las despacha en marzo, al final del festejo del Carnaval.
El Pujllay y el armado de la tradicional Pukara, que este año alcanzó más de15 metros de altura, se constituyen en una conmemoración a la Batalla de Jumbate de 1816 cuando los valientes y revolucionarios tarabuqueños vencieron a los españoles en la Guerra de la Independencia. A los habitantes de Tarabuco por los hechos registrados durante el histórico enfrentamiento, aún se los denomina los sonk’o mikus o “comecorazones”, una forma de recordar su heroísmo en la lucha por la independencia frente al colonialismo.
Algunos historiadores mencionan que los habitantes de Tarabuco apoyaron en gran medida las acciones libertarias que asumió la revolucionaria Juana Azurduy de Padilla. En la región con la participación activa de los indígenas quechuas se produjeron importantes enfrentamientos denominados las Batallas de las Carretas.
En 1814 se registró un movimiento en contra de la corona española, liderado por los guerrilleros Manuel Asencio Padilla y su esposa la valerosa Juana Azurduy de Padilla, en la acción bélica murió valientemente el rebelde Juan Hualparrimachi. Un segundo enfrentamiento se registró, en la misma región, en abril de 1815 cuando aparecieron los caudillos indígenas Pedro Calizaya e Idelfonso Carrillo, pero la tercera y definitiva batalla denominada la de Jumbate terminó con casi todo el ejército español llamado “los verdes” por el color de su uniforme, en marzo de 1816.
Posteriormente la región de los Yampara cumplía principalmente un papel abastecedor de alimentos, como el maíz, y otros granos a los centros urbanos y mineros, fue la base de la alimentación y materia prima para la elaboración de la chicha, bebida hecha sólo para las celebraciones festivas.
El festejo del Pujllay en Tarabuco tuvo este año la participación de autoridades del Estado Plurinacional, el presidente Evo Morales participó de la danza y fue nombrado el pasante dela Pukara del 2012, mientras que el vicepresidente Álvaro García Linera cumplió con los rituales porque fue el preste de este año. La vestimenta está conformada por varios elementos, el hombre usa la montera, un sombrero con una particular forma elaborado en cuero de color negro, el kunka unku es un colorido poncho pequeño, el cincho es un cinturón de cuero curtido del que cuelgan campanillas que marcan el ritmo al baile, también se usa un tejido sobre la espalda que es la cofia y que en su bordado representa figuras antropomorfas del lugar, además de flores de la región.
La aymilla es la camisa de color negro y el sunri forman las polainas coloridas y tejidas por las mujeres del pueblo, completan la vestimenta, la calzuna que es un particular pantalón de color negro y blanco, la ch’uspa, bolsa pequeña que cuelga del cuello, y las ujutas son las sandalias que llevan como espuelas metales que también acompañan en el ritmo de la danza.
El atuendo de la mujer en el Pujllay está conformado por la p’acha que es una montera adornada con colores rojizos, la watiña es un velo también tejido y decorado con monedas y cintas de colores, la lluklla es el aguayo que está sostenido por un tupu o topo de plata, el aqsu es la falda tejida también con figuras de animales y en los que se relata a través de la iconografía los hechos de la comunidad. La aymilla es el vestido de color negro y las ujutas son las sandalias.
El Pujllay es interpretado con instrumentos de viento conocidos como los tuqurus, pinkillos y el ritmo es marcado con las espuelas de las sandalias de los hombres y las campanillas, Las mujeres también portan banderas blancas con las que mantienen diferentes coreografías. La celebración es para el despacho de las almas de los difuntos que murieron de forma trágica y al rememorarsela Batalla de Jumbate de 1816, en memoria de los guerreros de Tarabuco.
La música y la danza es cultivada entre los pobladores, así lo reflejan las comparsas carnavaleras que en grupos cantan y bailan estribillos quechuas dedicados a la producción y la fertilidad. El canto es acompañado con charangos, guitarras y acordeones. Los participantes tienen particular zapateo en la danza tradicional criolla que mantienen las zonas tarabuqueñas.
Los habitantes del lugar explicaron que cada año se debe instalarla Pukara , pero con el doble de tamaño, por lo que se espera que para el 2012 cuando el presidente Morales cumpla con el preste, la altura del altar sea de más de 30 metros .
Algunos registros históricos mencionan que los Yampara tuvieron que ser parte en la defensa de los territorios contra los chiriguanos, antes de la colonia, por lo que fueron aliados de los incas, expertos guerreros que habitaron una región clave en los valles altoandinos de la región chuquisaqueña.
Los habitantes quechuas del lugar acostumbran también a organizar cada domingo las ferias en las que se mantiene aún el intercambio o trueque de prendas típicas con productos agrícolas, además se oferta fina artesanía como los coloridos textiles. Otra de las festividades en Tarabuco es la fiesta de San Pedro y San Pablo que se celebra cada 29 de junio en homenaje a ambos santos, participan los barrios del pueblo y se cumple con la procesión acompañada de bandas de música.
Las ferias gastronómicas en las que se degusta una exquisita comida típica se cumplen dos veces al año, en junio en el aniversario del pueblo y en octubre en la fiesta dela Virgen del Rosario. La participación de las mujeres de las comunidades está marcada por la presentación de platos tradicionales que son cocinados a leña y en ollas de arcilla, algunas de las recetas en la elaboración de la comida, son mantenidas desde la época prehispánica.
Son las tradiciones de los pueblos que se mantienen desde la época prehispánica cuando se establecieron civilizaciones milenarias, también se desarrollaron grupos étnicos y naciones indígenas en las regiones que se caracterizaron por sus variadas costumbres. Los guerreros de Tarabuco, rebeldes y revolucionarios demostraron su heroísmo enla Batalla de Jumbate en 1816 contra la colonia española, ellos son recordados con la celebración de la Pukara y la danza del Pujllay para que sus espíritus libertarios acompañen y protejan a la comunidad y al resto del país.
Los Yampara, pueblo de origen milenario y rebelde, mantienen aún la costumbre ancestral de agradecer a
La cultura Yampara llena de tradiciones y costumbres, posiblemente –dicen algunos antropólogos- perteneció a una gran “nación” indígena multiétnica que habitó en la región sur del actual territorio boliviano y reflejó un importante desarrollo entre los siglos X al XV de nuestra Era, estableció su principal núcleo en el departamento de Chuquisaca. Los descendientes de estos señoríos quechuas, se encuentran en los municipios chuquisaqueños de Yamparáez, Tarabuco y Zudáñez.
La pertenencia a la etnia, según sus propios habitantes, es establecida a partir de cuatro aspectos fundamentales como el de pertenecer a un ayllu o familia mayor, poseer tierra, ser parte de la tradición y mantener la vestimenta típica elaborada con finos y coloridos tejidos.
Los textiles que se producen en el pueblo son muy cotizados por su calidad y fino acabado, en ellos se refleja a través de figuras iconográficas antropomorfas y zoomorfas, principalmente los hechos que se recuerdan en la memoria colectiva de la comunidad, también los tarabuqueños aún mantienen la habilidad en la producción de fina cerámica.
En el histórico pueblo de Tarabuco, que está ubicado al sudeste de la ciudad de Sucre y que fue fundado el 29 de junio de 1570 con el nombre de Villa San Pedro de Tarabuco a los pies del cerro Kjara Kjara, el tercer domingo de marzo de cada año, se cumple una particular costumbre, es la celebración de
La tradición que se festeja con la danza ancestral del Pujllay que en quechua significa baile, juego o alegría, y en la que participan varias comunidades de la región, tiene una particular significación, está dedicada a
El Pujllay y el armado de la tradicional Pukara, que este año alcanzó más de
Algunos historiadores mencionan que los habitantes de Tarabuco apoyaron en gran medida las acciones libertarias que asumió la revolucionaria Juana Azurduy de Padilla. En la región con la participación activa de los indígenas quechuas se produjeron importantes enfrentamientos denominados las Batallas de las Carretas.
En 1814 se registró un movimiento en contra de la corona española, liderado por los guerrilleros Manuel Asencio Padilla y su esposa la valerosa Juana Azurduy de Padilla, en la acción bélica murió valientemente el rebelde Juan Hualparrimachi. Un segundo enfrentamiento se registró, en la misma región, en abril de 1815 cuando aparecieron los caudillos indígenas Pedro Calizaya e Idelfonso Carrillo, pero la tercera y definitiva batalla denominada la de Jumbate terminó con casi todo el ejército español llamado “los verdes” por el color de su uniforme, en marzo de 1816.
Posteriormente la región de los Yampara cumplía principalmente un papel abastecedor de alimentos, como el maíz, y otros granos a los centros urbanos y mineros, fue la base de la alimentación y materia prima para la elaboración de la chicha, bebida hecha sólo para las celebraciones festivas.
El festejo del Pujllay en Tarabuco tuvo este año la participación de autoridades del Estado Plurinacional, el presidente Evo Morales participó de la danza y fue nombrado el pasante de
La aymilla es la camisa de color negro y el sunri forman las polainas coloridas y tejidas por las mujeres del pueblo, completan la vestimenta, la calzuna que es un particular pantalón de color negro y blanco, la ch’uspa, bolsa pequeña que cuelga del cuello, y las ujutas son las sandalias que llevan como espuelas metales que también acompañan en el ritmo de la danza.
El atuendo de la mujer en el Pujllay está conformado por la p’acha que es una montera adornada con colores rojizos, la watiña es un velo también tejido y decorado con monedas y cintas de colores, la lluklla es el aguayo que está sostenido por un tupu o topo de plata, el aqsu es la falda tejida también con figuras de animales y en los que se relata a través de la iconografía los hechos de la comunidad. La aymilla es el vestido de color negro y las ujutas son las sandalias.
El Pujllay es interpretado con instrumentos de viento conocidos como los tuqurus, pinkillos y el ritmo es marcado con las espuelas de las sandalias de los hombres y las campanillas, Las mujeres también portan banderas blancas con las que mantienen diferentes coreografías. La celebración es para el despacho de las almas de los difuntos que murieron de forma trágica y al rememorarse
La música y la danza es cultivada entre los pobladores, así lo reflejan las comparsas carnavaleras que en grupos cantan y bailan estribillos quechuas dedicados a la producción y la fertilidad. El canto es acompañado con charangos, guitarras y acordeones. Los participantes tienen particular zapateo en la danza tradicional criolla que mantienen las zonas tarabuqueñas.
Los habitantes del lugar explicaron que cada año se debe instalar
Algunos registros históricos mencionan que los Yampara tuvieron que ser parte en la defensa de los territorios contra los chiriguanos, antes de la colonia, por lo que fueron aliados de los incas, expertos guerreros que habitaron una región clave en los valles altoandinos de la región chuquisaqueña.
Los habitantes quechuas del lugar acostumbran también a organizar cada domingo las ferias en las que se mantiene aún el intercambio o trueque de prendas típicas con productos agrícolas, además se oferta fina artesanía como los coloridos textiles. Otra de las festividades en Tarabuco es la fiesta de San Pedro y San Pablo que se celebra cada 29 de junio en homenaje a ambos santos, participan los barrios del pueblo y se cumple con la procesión acompañada de bandas de música.
Las ferias gastronómicas en las que se degusta una exquisita comida típica se cumplen dos veces al año, en junio en el aniversario del pueblo y en octubre en la fiesta de
Son las tradiciones de los pueblos que se mantienen desde la época prehispánica cuando se establecieron civilizaciones milenarias, también se desarrollaron grupos étnicos y naciones indígenas en las regiones que se caracterizaron por sus variadas costumbres. Los guerreros de Tarabuco, rebeldes y revolucionarios demostraron su heroísmo en
No hay comentarios:
Publicar un comentario